En 1994 se iniciaron las obras del que sería el mayor icono de la ciudad de Valencia. Con titularidad y gestión pública, la Ciudad de las Artes y de las Ciencias—o CACSA— prometía. Pero no cumplió. Al menos, no del todo. Que es el emblema turístico de la ciudad nadie lo duda. Pese a la espectacularidad arquitectónica, casi tres décadas después de que se expusiera el proyecto inicial (que poco tenía que ver con lo que es ahora CACSA), al complejo le sobran costes por un lado, y por otro le faltan ingresos, además de varios arreglos, algunas obras de finalización, definición de funciones económico-sociales y unos contenidos a la altura de su envergadura.
Y es que la situación que atraviesa la Ciudad de las Artes y las Ciencias es considerada razón suficiente por la Generalitat Valenciana para iniciar un proceso de privatización de su gestión que le ofrezca un aire nuevo y una administración más especializada e internacional de la que pueda desarrollar el gobierno local.
Rumbo a la privatización es un reportaje en el que se aborda un recorrido por la historia de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, un análisis sobre la situación actual del complejo, las características del proceso de privatización de su gestión que ha anunciado el gobierno valenciano y, finalmente, una reflexión sobre las perspectivas de futuro que le aguardan.